Lugar: Avilés, Asturias
Fecha: 2021
Diseño: LandLab
Promotor: Gobierno del Principado de Asturias. Consejería de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático
Dirección: Miriam García García, Jordi Miró Rábago
Equipo LandLab: Miguel González, Clara Guillot, Javier García, David Camacho
Dentro de las iniciativas en materia de adaptación al cambio climático, la Viceconsejería de Medio Ambiente y Cambio Climático del Gobierno del Principado de Asturias tiene previsto desarrollar un proyecto piloto de mejora de la resiliencia de las ciudades asturianas. Por la amplitud y densidad de la red que conforman, los equipamientos educativos públicos tienen un gran potencial para naturalizar y reverdecer los entornos urbanos y hacer frente así a los efectos del calentamiento global, como el incremento de las temperaturas o el aumento de la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, tales como lluvias torrenciales u olas de calor.
Se trata por lo tanto, de transformar los espacios libres de los centros, enriquecerlos con nuevos usos, incrementar las superficies ajardinadas y arboladas, renaturalizar el ciclo del agua y potenciar el uso de energías renovables, y hacerlo en colaboración con los ayuntamientos y las comunidades educativas.
Después de un mapeo y análisis de los centros educativos públicos de los grandes núcleos urbanos de Asturias, en coordinación con la Consejería de Educación, el C.P. Marcos del Torniello, por sus características y las del entorno urbano en el que se inserta, ha sido escogido como el ámbito idóneo para desarrollar esta experiencia.
El objetivo consiste en la elaboración de una propuesta de actuación, a nivel de anteproyecto, para mejorar la capacidad adaptativa de este equipamiento educativo público, de manera que pueda ser replicable en otros equipamientos similares y contribuir así a la mejora de la resiliencia de los sistemas urbanos en su conjunto. Por eso, esta memoria recoge algunas cuestiones que exceden de las ordinarias de un anteproyecto.
El C.P Marcos del Torniello es un centro educativo ubicado en una zona conocida como La Texera, del barrio de Versalles, en la villa de Avilés. Se trata de un entorno casi fronterizo entre el barrio de Versalles y un entorno rural/ natural próximo.
Hace ya más de 25 años que el colegio transformara una de sus esquinas abandonadas en un pequeño bosque autóctono. El proyecto, dirigido en sus inicios por un ingeniero forestal que planificó el trabajo de limpieza y plantación, requirió la mano de obra de padres y profesores que, hasta los sábados, se ponían a cavar para dar forma a lo que es hoy: un bosque, materia de estudio, donde los pequeños (alumnos de infantil) cavan, podan, recolectan, hacen compost, estudian a los animales y en el que, con el buen tiempo, juegan.
Además de estas actividades lo alumnos suelen salir a caminar a la senda del rio Magdalena y observar in situ las distintas especies vegetales y animales de la ribera.
La construcción de la senda del río Magdalena hace apenas una década ha supuesto la recuperación de su cauce, la eliminación de especies invasoras y su sustitución por otras propias de los bosques de ribera asturianos. En lo que respecta a la fauna, el cauce del río Magdalena presenta una importante deficiencia: los técnicos no localizaron durante sus inspecciones ninguna especie piscícola. Sí pudieron ver en cambio varios tipos de anfibios como sapos de diferentes especies, salamandras o culebras de collar.Conociendo las preexistencias y los valores del lugar, la propuesta apuesta por la dignificación y mejora del entorno mediante la renaturalización y desmineralización de las zonas libres del colegio.
La síntesis de la propuesta se basa en los ecotonos, las zonas de transición entre dos ecosistemas diferentes, se trata de la zona de máxima interacción y por ende de mayor riqueza biológica.
La ordenación del proyecto se fundamenta sobre la comunión de diferentes niveles funcionales. Un suelo continuo que refuerza la horizontalidad y conexión entre los distintos volúmenes edificados del colegio y entre estos y las edificaciones del barrio; unos conectores ecológicos realizados mediante una cubierta arbórea reguladora y variada en especies y alturas y unos nodos de biodiversidad (programática y ambiental), que posibilitan distintos espacios para la estancia, el aprendizaje y el juego.
Si bien es cierto que el río Magdalena se canalizó hace ya décadas y que su apertura significaría una obra de alcance mayor al de este proyecto, la propuesta persigue mantener la identidad paisajística del borrado ecosistema de ribera, recuperando su morfología sinuosa e incorporando vegetación propia de los hábitats fluviales. La fluidez de la planta se transmite a los espacios abiertos mediante la articulación de lugares con distinta materialidad del suelo y de sus envolventes. Así las superficies de madera de la marquesina, de hormigón poroso, de pavimentos filtrantes y de pequeñas praderas se alternan en el plano horizontal complementándose en el plano vertical con distintas especies herbáceas, arbóreas y arbustivas y juegos que proporcionarán a los niños y niñas múltiples estímulos.
Movilidad y accesos
Los diferentes accesos al conjunto escolar se han caracterizado de forma que cada uno de ellos responde a una funcionalidad y el entorno al que se conecta. Por un lado, el acceso de la Calle Pelayo tiene un uso destinado a mercancías. Los demás accesos se abren al barrio y se conectan a él.
Por otro lado, se prevé el paso de vehículos de emergencia de acceso a las fachas del edificio. El acceso por la Travesía de la Depuradora, mantiene su identidad como acceso principal y se tiene una visión general del proyecto.
Verde y biodiversidad
El subsuelo, es crítico tanto por la salud de las especies vegetales como permitir completar el ciclo del agua aprovechando de manera más racional y sostenible los residuos hídricos. El proyecto propone la sustitución parcial de la capa superficial, hasta una profundidad media de 80 cms y mejorar de forma radical las condiciones del nuevo arbolado dándole el espacio suficiente para el crecimiento radicular, la solución adoptada es la introducción de un suelo estructural.
Las especies han sido seleccionadas considerando el clima actual y futuro (fruto de los efectos del cambio climático), su funcionalidad al ámbito urbano como un jardín de toda la vecindad y como espacio de recreo, juego y aprendizaje de los niños y niñas, predominando en todo caso el enriquecimiento de la biodiversidad del área.
Para favorecer la biofília, además de la generación de zonas verdes con variabilidad ecológica dentro de los hábitats escogidos, se incorpora un hotel de insectos y una charca de anfíbios, elementos que mejoran la biodiversidad del conjunto.
Ciclo del agua
Bajo la premisa de cerrar el ciclo del agua, el proyecto mejora la permeabilidad del suelo y permite la recolección de agua de lluvia, atenuando el caudal y faavoreciendo la absorción de aguas de escorrentía en el terreno en periodos de lluvias. Se reduce el volumen de agua que llega a la red de saneamiento convencional.
Energia
Una de las principales estrategias del anteproyecto es la construcción de una marquesina fotovoltaica. Esta marquesina tiene la doble función de generar más superficie de patio a cubierto de la lluvia, con una buena iluminación natural que favorezca el uso de la misma, y de generar energía eléctrica mediante la incorporación de vidrios fotovoltaicos.
La electricidad generada estimada el primer año de funcionamiento es de 51.673 KWh. La electricidad generada estimada en 35 años, que es la vida útil estimada de la instalación, es de 1.501.101 kWh considerando una pérdida media del 1% anual. Energía suficiente para alimentar 2.949 puntos de luz funcionando 4 horas al día durante 35 años, energía suficiente para evitar la emisión de 369 toneladas de CO2.